Mi primer Shooting como fotógrafo trabajando con modelos, ¿cómo me preparo?
Lo primero: mucha calma y ¡muchas ganas!
Tenía que empezar respondiendo la pregunta con una energía super positiva, porque es esencial llevarla a todo tipo de sesión de fotos.
Es verdad que si has estudiado fotografía te habrán dado casi todas las claves técnicas para hacer usar estupendamente tu cámara de fotos. Pero a partir de ahí, la enseñanza no suele mojarse mucho más.
Es cuando empiezas a organizar tu primer shooting con modelos cuando surgen mil dudas, y yo que ya llevo unos años resolviendolas a golpe de palos, quiero darte algunos consejos para que no repitas mis errores de principiante.
Busca inspiración.
En primer lugar, vas a necesitar una buena fuente de inspiración. Si vas a trabajar con una modelo profesional, te será más fácil encontrar poses, movimientos y encuadres junto a ella. Pero si lo que vas a hacer es practicar con un amigo, familiar o con una modelo amateur, necesitas tener un buen respaldo de referencias.
Te recomiendo que busques una idea a desarrollar en tu sesión de fotos. Por ejemplo, puedes fotografiar un sentimiento, o plantear un color con el que vas a trabajar prioritariamente… Así, te será más fácil encontrar inspiración y sobre todo, explicarle el mood de la sesión a la modelo con la que trabajes, así ella, sabrá cómo posar.
¿Dónde buscar inspiración?
Realmente, ¡te vale todo! Yo, por ejemplo, muchas veces la encuentro en escaparates de tiendas. Así de simple, me doy un paseo por la ciudad y ¡voilá! ¡ideas!
En la era moderna en la que vivimos, también te sirven muchas páginas de internet y redes sociales. Mi favorita es sin duda Pinterest. Si no tienes una cuenta ahí ¡ya estás tardando! Otra red social que me encanta es Instagram. Si empiezas a seguir a fotógrafos, estilistas, ilustradores… y no a los tiktokers de turno, seguro que te enriquecerás muchísimo visualmente.
Y repito: se trata de inspirarnos, no de copiar literalmente lo que vemos.

Crea un Moodboard y planifica la sesión.
Cuando recopiles todas las ideas para tu sesión, juntalas todas en un Moodboard.
En el Moodboard puedes añadir imágenes y texto, incluso yo a veces hago dibujos de cómo quiero que pose la modelo, o del estilismo que me gustaría llevar, por ejemplo.
En este documento puedes describir qué quieres retratar en la sesión, además de definir el mood de la modelo (por ejemplo, si quieres que esté alegre y risueña, o prefieres un resultado más sobrio o formal). Además, puedes incluir como te gustaría que fuese el maquillaje, estilismo, referencias de poses, localización… todo ello ilustrado con imágenes. Cuanto más visual sea, ¡mejor!
Este Moodboard te va a servir a tí, pero también a tu equipo. Si vas a trabajar también con ayudantes, maquilladores, estilistas… lo más recomendable es que todos puedan ver este Moodboard antes de trabajar juntos en la sesión.
Planificar en la medida de lo posible el tiempo que vais a estar haciendo fotos, los cambios de ropa que vais a hacer, dónde vais a hacer las fotos, o en qué orden se va a hacer cada posado, te va a ayudar mucho a organizarte el día de la sesión.
Comunicación.
La comunicación con tu equipo es importantísima. Tanto si vas a trabajar con una persona, como con varias, todos deben conocer el máximo de datos posible sobre la sesión. así todos pueden ir preparados, incluso ayudarte con ideas o material a llevar.
También, debes recordar que tu equipo lo forman personas. No sería la primera vez que oigo un «oye tú, ponte ahí encima de ese bordillo a dos metros del suelo con esos tacones de 11cm». Las modelos son personas, asegurate de aprenderte antes su nombre y tratarla bien. Los tacones también les dificultan el movimiento y, por supuesto, si nadie le ayuda a subirse a ese bordillo, mal vamos.
Sobra decir que el resto del equipo también son personas que intentan ayudarte y trabajar de la mejor manera posible. Respétalos durante la sesión. Y si hay algo que no te haya gustado de alguien, por favor, no ridiculices su posición delante de los demás. Intenta hablar en privado con la persona en cuestión.

Las modelos son humanas, ¡que no cunda el pánico!
Este titular parece una tontería pero, todos hemos temblado alguna vez delante de esas (o esos) modelos esculturales. No tengas miedo, son personas, y tras su apariencia perfecta y aparentemente seca, ellas también tienen una vida normal como la tuya y por supuesto, pueden estar muy interesadas en colaborar o trabajar en tu proyecto.
Por eso, te recomiendo que te lances y hables con ellas, pero no te lances al vacío, ¡ojo! Ahora que ya tienes una idea y un Moodboard lleno de inspiraciones, es hora de enseñarle todo a la persona que quieres que pose y transmita en tus fotos. Si le gusta la idea, ¡ya puedes empezar a planificar! Si no le entusiasma, no te vengas abajo, al principio cuesta un poco más, pero con la experiencia, en un futuro también podrás mostrarle a tus próximos modelos tus trabajos realizados y podrán valorar mejor si trabajar o no contigo.
¿Qué me llevo a la sesión?
Tu equipo técnico con el que estés más a gusto. También es recomendable que valores, según la temática de fotos que vas a realizar y la localización, qué objetivos y complementos te llevarás.
Aquí básicamente puedo decirte que uses el sentido común.
Por ejemplo, si la sesión se hará en exterior por la tarde, tienes el riesgo de que haya muchos cambios de luz al atardecer y pueda hacerse de noche. En tal caso te recomendaría llevar flash de mano si lo tienes, o luz de relleno, por si ocurre lo peor y te quedas sin luz en mitad de la sesión.
Para un día de mucho sol, buscaría llevar reflectores que puedan rellenar sombras incómodas.
O por ejemplo, si decides hacer unas fotos de noche con luces de la ciudad, llevaría el objetivo más luminoso que tengas.
Ya ves que, todo depende de la situación en la que te vayas a encontrar a la hora de hacer fotos. Por eso, más arriba te hablé de la planificación. Teniendo en cuenta todos los factores meteorológicos, podrás asegurar en tu mochila el material necesario.
Además del material fotográfico hay otros must que quizá no hayas tenido en cuenta.
Y es que, los primeros shootings se hacen largos, y necesitarás descansar y recargar pilas. Llévate siempre agua y algún refresco o zumo, de verdad que esto lo vas a agradecer. En caso de que creas que la sesión se puede alargar mucho, lleva también comida que puedas compartir con el equipo.
Además, una manta o toalla nunca estará de más. Si es invierno, los modelos pueden sufrir las bajas temperaturas entre foto y foto. Mi truco es taparles en todo momento con la manta mientras veo el encuadre y mido la luz, y una vez estoy lista, ya disparamos la foto sin las mantas. Además, esta manta o toalla servirá también para taparles cuando se cambien de ropa, si tenéis planeado algún cambio.
Pinzas y toallitas desmaquillantes. Sí, sé que eso es trabajo de los estilistas o maquilladores, y seguramente vayan muy preparados, pero por si acaso, nunca está de más llevarlo. Las pinzas podrán servirte para ajustar la ropa que le quede un poco holgada a la modelo, y las toallitas pueden ser un buen recurso si hay mucho makeup que quitar y estáis en una localización donde le sea imposible a la modelo lavarse la cara con agua y jabón.
Por supuesto, asegúrate antes de salir de casa de que tienes la batería bien cargada y la tarjeta con espacio suficiente y metida en la cámara. Si tienes baterías y tarjetas extra, llevatelas.
Hasta aquí mis consejos de hoy. Por supuesto, quedan muchas cosas más de las que hablar, así que, poco a poco iré subiendo más tips al Blog e Instagram.
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